Como todos conoceréis, el pasado mes de octubre se presentaron por parte de la Comisión Europea las propuestas legislativas para la reforma de la Política Agraria Común (PAC) en el horizonte 2013-2020, un borrador que ahora habrá que negociar por parte de todos los países de la UE y que, a mi juicio y al de otros agentes del sector ganadero español, constituye una decepción y una afrenta contra la producción ganadera de nuestro país en todos sus subsectores, incluido obviamente el porcino, fundamentalmente porque no ofrece respuestas adecuadas a los retos que en estos momentos tiene el sector agropecuario europeo en general y el español en particular.