En los muchos años que llevo dedicados enteramente a la sanidad animal, una de mis preocupaciones principales la ha constituido el progreso de la investigación científica como fundamento esencial para la evolución de la profesión veterinaria, así como la formación y promoción de futuros investigadores del área veterinaria en nuestro país. Y digo esto porque me preocupan los datos publicados en diferentes medios de comunicación sobre el masivo éxodo de jóvenes recién licenciados, o incluso con el doctorado bajo el brazo, a centros de investigación de otros países, como Alemania, Estados Unidos, Canadá, los países nórdicos o Australia, con el fin de desarrollar una carrera más o menos consolidada en el campo de la investigación animal.