En el año 2003 se publicó en España el Real Decreto 1429/2003, de 21 de noviembre, por el que se regulan las condiciones de aplicación de la normativa comunitaria en materia de subproductos de origen animal no destinados al consumo humano (SANDACH). En este RD se establecía la obligación de los titulares de explotaciones ganaderas de gestionar los cadáveres animales producidos como consecuencia de su actividad por uno de los métodos autorizados en dicha normativa. En la práctica, la única alternativa posible hasta ahora, ha sido y sigue siendo la entrega a un gestor autorizado
para la retirada y envío a una planta de tratamiento.