INTRODUCCIÓN
Hace ya veintiséis años que Johnson et al. (1989) reportó la
primera camada nacida viva producida a partir de espermatozoides
sexados. Dos años después se obtuvieron lechones
a partir de inseminaciones oviductales con espermatozoides
sexados mediante citometría de flujo (Johnson, 1991). A
partir de ahí, la llamada Tecnología de Sexaje Espermático
Beltsville ha alcanzado la fase de comercialización promovida
por la empresa XY Inc. y su sucesora en la licencia, Sexing Technologies
(Navasota, Texas). Sin embargo, debido a la gran
cantidad de espermatozoides requeridos para lograr una fertilización
exitosa (tanto en dosis frescas como en semen congelado),
la técnica no ha resultado ser práctica para el mercado.
Los productores de carne, en general, se beneciarían del
uso de espermatozoides sexados produciendo más lechones
hembras. A parte del beneficio económico que esto implicaría,
conseguiríamos abolir la castración de machos; particularmente
en Europa, donde el bienestar animal es siempre un
tema de discusión candente. Recientemente hemos revisado
el estado de la técnica de sexaje en general (Rath & Johnson
2008; Rath et al., 2009, 2013). Aquí, revisaremos las estrategias
para incrementar la proporción de hembras en los partos, indicando
los avances técnicos hasta hoy, y sus limitaciones.
D Rath 1, D Tiedemann 1, L Gamrad 2,3, LA Johnson 4, S Klein 1, W Kues 1, R Mancini 1, C Rehbock 2,3, U Taylor 1, S Barcikowski 2,3 1
Institute of Farm Animal Genetics, Friedrich-‐Loeffler-‐Institut, Neustadt-‐Mariensee, Germany; 2 Institute for Techni-‐ cal Chemistry I UDE, Essen, Germany; 3 CENIDE, Essen, Germany; 4 Mt Airy, MD, USA.
REPRODUCCIÓN, SEMEN, SEXAJE, NANOTECNOLOGÍA, CITOMETRIA DE FLUJO