Este acuerdo ha sido mucho más favorable para el sector
porcino que la propuesta inicial de la Comisión que quería
reducir el nivel a 25 mg/kg para todas las edades de
cerdos, con el objetivo de proteger los suelos de concentraciones
elevadas de metales pesados, según señala la
sectorial británica del porcino.
Según la EFSA, con esta reducción del contenido de cobre
en el pienso para lechones, 1.200 toneladas de cobre al año
dejarían de arrojarse al campo y por tanto se conseguiría un
gran avance en protección medioambiental.