Todos los caminos llevan a China.
De momento, se sigue confirmando que la oferta está constantemente contenida en toda la UE y que a la demanda interior le faltan impulsos nuevos que puedan equilibrar la ralentización (más bien, normalización tras el boom primaveral) de las exportaciones. En la distancia larga, todo se entrevé positivo, pero en la distancia corta
todo es más complicado. Este año, el cerdo va a correr una marathon, sin sprints y donde primará más la resistencia que la velocidad.