ALBERTO HERRANZ
Director de Interporc
Desde el primer momento en que, hace casi dos meses, se decretara el estado de alarma por la crisis sanitaria del Covid-19, todos los profesionales del sector porcino de capa blanca de España:
ganaderos, transportistas y trabajadores de la industria y la distribución fueron muy conscientes de su papel como proveedores de uno de los productos más vinculados a
la sociedad y gastronomía española, la carne y los productos del cerdo. El objetivo estaba claro, garantizar el abastecimiento a la población pero cumpliendo con dos premisas fundamentales:
proteger la salud de los trabajadores y seguir ofreciendo las máximas garantías de los productos que llegan al mercado.