Una de las peores pesadillas para cualquier ganadero porcino es tener un lote infectado por el virus del síndrome
reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV).
Surgido en los años ochenta del siglo XX, el síndrome afecta ahora a estos ungulados en todo el mundo, causando
enfermedad, muerte y abortos. Hasta tal punto que ha sido calificado como la enfermedad porcina más importante
desde el punto de vista económico.