Como ya sabemos, en España la importación de lechones ha aumentado sustancialmente
desde que Alemania declara su primer foco de peste porcina africana el 10 de septiembre de
2020. Países Bajos cuyo principal destino se vio mermado por el avance del virus, no consiguió
corregir a tiempo la reducción de su cabaña de madres para poder regularizar su producción,
provocando un descenso de precios que fue acusado por toda Europa. Tampoco ayudaron
los altos precios de los piensos y el encarecimiento de la energía, haciendo que los ganaderos
fueran muy conservadores a la hora de reponer las plazas vacías, ya que no se aseguraban un
margen de ganancia aunque el precio del lechón fuera favorable en gran parte de 2021.