Para los ganaderos, la subida máxima no admitía discusión, tanto porque la
demanda sigue superando a la oferta de cerdos como porque la referencia
española sigue estando por debajo de los precios del norte de la UE: subieron
allí con una virulencia nunca vista las cotizaciones y, disciplinada por la limitación
de variación máxima, la cotización en Mercolleida se quedó por atrás,
con lo que los ganaderos defi enden ahora cerrar el diferencial abierto.