Es evidente que la carne ha subido también a ritmo récord cuando el cerdo hacía lo mismo y,
ahora, la falta de nuevos impulsos de demanda (léase exportación, léase barbacoas) ha llevado
a una renovada presión sobre los volúmenes vendidos y, especialmente,sobre sus precios.
El encarecimiento del pienso y una oferta en vivo inferior a la demanda llevó a la subida del cerdo
antes y el encarecimiento de la carne y la retracción de su demanda han llevado ahora a frenar
la subida (España, Francia) o, directamente, a detenerla (Alemania, Bélgica) o forzar incluso descensos
en Pascua (Países Bajos).