Se trata de la primera vez que se aprueba un plan de este tipo, que implica inspeccionar a las explotaciones
porcinas para comprobar que se cumplen los requisitos que dieron lugar a su autorización. Se configura como
un mecanismo de coordinación con las comunidades autónomas, que son las autoridades competentes para
garantizar el cumplimiento de esta normativa en sus respectivos territorios. La intención del Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación es completar este programa de control con la redacción de documentos
de guía que faciliten el proceso de inspección.