El sector porcino de capa blanca ha vivido sin sobresaltos la llegada de la obligatoriedad
de instalación de cámaras de videovigilancia en los mataderos, ya que “nos adelantamos
4 años a esta mueva ley y una buena parte de empresas del sector ya habían realizado su instalación
voluntaria mucho antes de que se comenzase a hablar de una norma que regulase este tema”.