Realizar un ejercicio de previsiones siempre supone un pequeño salto al vacío.
Es un trabajo que hay que realizar basándonos en lo que ha sucedido antes, que
puede no repetirse del mismo modo, tomando las debidas precauciones y recordando
constantemente que hay que tener cintura para adaptarse a nuevas circunstancias que surjan.
Las previsiones nos permiten dotarnos de un escenario, muy eficaz para la toma de decisiones.
Para dotarnos de esa herramienta e imaginar el escenario más probable para el sector porcino
en el año que acabamos de iniciar, vamos a partir de lo que ha sucedido en los últimos meses en el
sector.